Vaya lío hemos tenido los últimos meses con la posibilidad de que la velocidad de la luz no fuera el límite posible que definió con tanto éxito Einstein en la teoría especial de la relatividad (Resumen Teoría Relatividad). En septiembre del año pasado se anunció a bombo y platillo que neutrinos lanzados desde el laboratorio de la Organización Europea para la investigación nuclear, el CERN, instalado en Suiza habían sido detectados a 730 kms. de distancia, en el centro receptor situado en el laboratorio de Gran Sasso, cerca de la ciudad italiana de L'Aquila, viajando a una velocidad superior a la de la luz. No vale decir ahora que en la letra pequeña del comunicado ya se decía que había que seguir investigando para tener la certeza de este inaudito descubrimiento. La noticia apareció en todos los medios de comunicación, prensa, televisión, etc. y fue motivo de debates no sólo entre la más experta comunidad científica. Son muchas las investigaciones que han estado confirmando una y otra vez la veracidad de la afirmación de Einstein, la que dice que el límite de la velocidad está en la masa igual a cero. Si los neutrinos son capaces de llegar a esta condición... su velocidad a lo sumo sería la de la luz, pero en ningún caso superior. La contradicción con la que se encontraron los investigadores en septiembre tendría que haberles aconsejado mayor cautela en sus afirmaciones. ¿Eran necesarias las multitudinarias ruedas de prensa llevadas a cabo por los responsables en aquel momento de estas investigaciones? El pasado mes de marzo, cuando la repetición de las pruebas ya había puesto en evidencia fallos que no deberían haberse cometido, tanto el responsable del experimento como el portavoz del CERN, se vieron obligados a presentar su dimisión. Ahora resulta que unos centros de investigación que deben haber costado una millonada de construir y mantener, se proponen poner a prueba aspectos que están en la misma base del cuerpo científico levantado por docenas, cientos o miles de físicos a lo largo de los últimos cien años... y ahora, de forma discreta y sin levantar mucho la voz, en un congreso científico en Kyoto, acaban contándonos que la repetición de las pruebas permitió detectar una conexión deficitaria en un cable de fibra óptica y un fallo en la sincronización entre dos cronómetros y que los neutrinos no superaron en ninguna de las repeticiones del experimento la velocidad de la luz.
Por cierto, y cambiando de tema (o no...), nos dicen que los neutrinos atraviesan como si nada el subsuelo terrestre, como si no estuviera ahí. En realidad el subsuelo y todas las cosas, incluyendonos a nosotros mismos, estamos llenos de vacío y sólo nos vemos con la solidez que nos vemos por el límite de visión que son capaces de darnos nuestra capacidad de visión. Vale, los neutrinos lo atraviesan todo sin interferir en las cosas. Pero al ver el mapa y la línea que han estado utilizando una y otra vez para las pruebas de este experimento... ¡diablos!, desde los movimientos sísmicos del 2009 que afectaron a L'Aquila a los más recientes en el norte de Italia con multitud de réplicas, parece como si al subsuelo en realidad no le hicieran gracia las cosquillas de los neutrinos... No sé si no valdría la pena investigar también algo al respecto...
==========================
No hay comentarios:
Publicar un comentario