martes, 14 de mayo de 2013

EL SHOWROOMING


Ir a una tienda, inspeccionar los productos deseados, tocarlos, probarlos, comprobar si nos encajan, si responden a nuestras expectativas, revisar los precios y si todo nos parece bien y nos decidimos... ¡comprar el producto allí mismo con nuestro smartphone... en una tienda on line! A esto le han puesto un nombre: hacer Showrooming.


El Showrooming amenaza con ser más que una tendencia un maremoto que puede arrasar a corto plazo. La gran difusión que han tenido los smartphones y la enorme cantidad de usuarios conectados a internet en todo momento lo harán imparable. ¡Los precios son más baratos en las tiendas on line! No tienen que asumir los costes de instalaciones, personal e impuestos que representa tener una tienda off line abierta al público. Incluso es posible que el precio que puedan ofrecer sea inferior al de compra por parte del local que lo tiene expuesto para la venta... ¿Imposible competir con ello?... ¿Tendrá sentido mantener estructuras físicas de exposición y venta si nuestros potenciales clientes sólo nos utilizan como "probadores" y dejan su dinero en las empresas on line?


No será imposible competir con ello, pero las tiendas tradicionales van a tener que hacer grandes esfuerzos para hacerlo. Veamos algunas fórmulas que estoy seguro veremos crecer y extenderse en las tiendas off line.

* En mi opinión, lo primero es disponer de una buena tienda on line paralela a tu oferta off line. Si alguien viene a hacer Showrooming a tu tienda, al menos dále la oportunidad de que pueda gastarse el dinero en tu propia tienda on line. Obviamente, los precios on line tendrán que ser competitivos con el resto de ofertas virtuales.

* Por supuesto las tiendas tendrán que reinventarse y ofrecer una experiencia de compra real. Si consiguen que comprar en su tienda sea divertido, que la gente lo pase bien, que el momento de sacar la cartera no represente hacer una larga y aburrida cola, que la compra en el momento tenga ventajas de algún tipo... es posible que consigan la venta.

* Potenciar aspectos de garantía, servicio post-venta, cambios y devoluciones, etc. Al final, el miedo a que el paquete que te llega de la tienda on line no se corresponda exactamente con lo deseado siempre está presente.

* Poner en marcha potentes programas de fidelización: clubs, grupos de usuarios, ofertas exclusivas, cupones descuento, etc.

* Vincular a la compra aspectos que el cliente pueda percibir como valor añadido y que la tienda on line no puede ofrecer: demostraciones, invitaciones a eventos o exposiciones, cursos específicos gratuitos, etc.

Lo que es seguro es que el Showrooming se extenderá como una mancha de aceite y que sólo por su capaciadad de tener el producto disponible al instante, las tiendas no tendrán suficiente: el precio es determinante en las decisiones de compra para muchos consumidores. Pero si buena parte de lo que he mencionado se pone en práctica y acercarse a la tienda es como un juego en el que, aunque pagues un poco más por el producto, te llevas una buena experiencia y unos "añadidos" que consideras de valor, ¿para qué dejar el disfrute del producto para otro día?...

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