A mi lo de las manualidades siempre me ha parecido puro milagro. Cuando era niño, en la escuela, había una asignatura que se llamaba "Trabajos Manuales", en la que teníamos que dibujar cosas, hacer collages de papel de charol o algún que otro modelo de papel. Un desastre, yo siempre fui un absoluto desastre en todo ello. Es cierto que en aquellos tiempos el arte de la manualidad era considerado algo menor y que los profesores que se esforzaban en dar credibilidad a la asignatura en realidad dedicaban sus esfuerzos a impartir clases de otras cosas, fuera literatura o matemáticas, así que tampoco encontré nunca nada que me estimulara lo suficiente. Una excusa como cualquier otra: fui, soy y seguramente seré siempre un desastre con las manualidades.
Y es por esta inaptitud innata por la que sigo sorprendiéndome cuando veo que hay personas que sí son capaces de inventar-construir-crear cosas mágicas con los elementos más sencillos y sólo con su inventiva y el trabajo manual. Y si no, dadle un vistazo a la página de este joven de Brighton, Kyle Bean, y ver las maravillas ingeniosas que es capaz de fabricar y que tiene colgadas en su Portfolio.
EL ARTE DE KYLE BEAN. CLICA AQUÍ
Desde gallinas hechas con cáscaras de huevo:
Hasta insectos modelados con palillos:
Ó mares de engranajes:
En un reciente proyecto que ha colgado, llamado Soft Gerilla, convierte armas en alimentos y cosas sencillas:
Un trabajo extraordinario y mágico.
(Encontrado en nfgraphics.com , siempre fuente de inspiración)
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