sábado, 18 de mayo de 2013

TRAGARSE UN NEGATIVO


No hay límites para la creatividad... O al menos eso es lo que pensaron dos estudiantes de diseño gráfico y fotografía de Londres, Luke Evans y Joshua Lake. Con el fin de experimentar con nuevas formas de crear, se les ocurrió que podrían tragarse unos trozos de negativo de película de 35 mm, dejar que realizaran el tránsito fisiológico por dentro de sus propios cuerpos, recogerlos al final del camino y revelarlos para ver qué se había impreso... Tuvieron que trabajarlo un poco, ya que corrían el riesgo de dañar su tracto digestivo con los afilados perfiles de un trozo de negativo. Para evitarlo idearon unas cápsulas parecidas a las de los medicamentos, con unas perforaciones que dejaran pasar los fluídos corporales durante el recorrido gástrico e intestinal. Para el revelado tuvieron que utilizar un microscopio electrónico que permitiera plasmar en un tamaño visible las modificaciones de la película. El resultado han sido una serie de interesants imágenes abstractas que, si bien no son como para ganar un premio por sí mismas, si resultan interesantes por el medio mediante el que han sido creadas... Luke y Joshua han realizado ya exposiciones exitosas del resultado de sus "propias e internas" cámaras oscuras...




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