martes, 31 de mayo de 2011

LA MILI



Es curioso cómo las cosas cambian con los años, algunas de forma radical. Un ejemplo fue la mili, el servicio militar obligatorio que finalizó en 2001 con esa frase clara y contundente que pronunció el entonces Ministro de Defensa Federico Trillo: "Señoras y Señores, se acaba la mili".


Este fin se vivió como un avance, como una victoria social, como un hecho progresista. Y es que el progresismo del momento hizo bandera por la desaparición de la mili, considerando su existencia como una herencia del pasado dictatorial del país. Idea que todavía permanece.






Nada más lejos de los orígenes del servicio universal en la milicia del Estado, que fue un logro de la Revolución Francesa, con un pueblo levantado en armas contra la opresión del Rey que se valía de ejército profesionales, bien armados y pagados, para someter a sus súbditos a sus designios. Fueron los revolucionarios franceses los que decidieron que la mejor forma de evitar que en el futuro un poderoso grupo mercenario sufragado por algún salvapatrias pudiera volver a pisotear al pueblo a sangre y fuego era organizar una milicia formada por los jóvenes de los pueblos y ciudades de la nación. En España, en la constitución liberal de 1.812 se estableció el Servicio Militar Obligatorio como una obligación constitucional.


Lo que fue progresista en un momento determinado de la Historia dejó de serlo siglos después... Una invitación a ser cautos con las opiniones dogmáticas...


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