sábado, 30 de septiembre de 2017

REFERÉNDUM CATALUNYA: HA LLEGADO EL DÍA


Pues bien, ha llegado el día. Mañana saldremos de dudas y se resolverá el enigma del “no habrá – habrá referéndum”. Tras la vorágine de acontecimientos y noticias de las últimas semanas, por fin hemos llegado al famoso choque de trenes. Estoy seguro de que todos hemos tomado buena nota de lo que ha estado pasando este mes de septiembre, lo que, por muchos motivos, pasará a la historia de los cambios. Algunos que se me ocurren:

·       En plena era de la información, hemos conseguido darle la vuelta al concepto, y no sólo la sociedad como masa sino también las personas que la componen, se hallan en un estado de desinformación, de “infoxicación”. Muchos ciudadanos, desbordados por la enorme cantidad de mensajes que les llegan por múltiples canales, han llegado al punto de perder la capacidad de dudar y cuestionar la veracidad de la información.

·       En los momentos en que se tensan las opciones, se pierde la capacidad de evaluación neutra de las cosas y las personas se dejan arrastrar por lo que las mayorías situadas en cada extremo tienen como proclamas. Ya no caben los matices a un lado y otro y menos aún las posiciones intermedias. Sólo existe A y B.

·       La irrupción de las redes sociales y, sobre todo, de Whatsapp en la creación y mantenimiento del clima que ambos extremos desean ha sido espectacular. En detrimento de otros canales que en el pasado eran los únicos que vehiculaban la información, los mensajes instantáneos que recibimos en cualquier momento y lugar han ocupado una posición de privilegio a la hora de construir los imaginarios del enfrentamiento. Sin duda influye que los mensajes se reciban de amigos y personas afines que los dotan de credibilidad.

·       Sólo una escasa minoría es capaz de contrastar la constante información que recibe por estos canales, que pasan a ser lo que antes era la televisión (“si lo dicen en televisión es que es verdad”). Así, se llega al punto que noticias claramente absurdas o imposibles son capaces de impactar en miles y miles de personas hasta hacerse creíbles, total o parcialmente, pero lo suficiente como para influir en el modo de pensar. Da miedo imaginar cómo pueden llegar a manipularnos en el futuro (¿presente?) redes organizadas e interesadas en provocar determinados estados de opinión.

·       Crear un relato vibrante y pasional de los hechos nos hace sentirnos próximos al mismo. Sin duda, el que han construido los partidarios de la independencia cumple con estos requisitos. Por el contrario, el relato de la ley estricta y la opresión no puede más que generar rechazo (y adhesión al relato opuesto), lo que parece que no han sabido calibrar bien los impulsores del mismo. Cabe pensar que no es el que ellos deseaban y no han conseguido el objetivo que buscaban.

·       Sorprende muchísimo como las fuerzas democráticas de izquierda no han levantado su voz ante la enorme cantidad de disparates que han estado ocurriendo estas semanas en Catalunya. Por mucho menos, a finales de la década de los 70 o durante los 80 se hubieran convocado actos multitudinarios de protesta por toda España. Ahora apenas hemos visto tímidas manifestaciones en este sentido en Madrid y pocos sitios más. ¿Una muestra del enorme aburguesamiento de la sociedad española? Fuerzas policiales entrando en imprentas y requisando panfletos, convocatorias de reuniones prohibidas y anuladas, internet censurado con cientos de páginas web bloqueadas, fiscales ordenando sin parar actuaciones policiales represivas hasta el extremo de ser reprendidos por la propia autoridad judicial, guardias civiles entrando en dependencias oficiales para requisar documentación, colegios públicos, centros cívicos, bibliotecas precintadas durante días con identificación de personas presentes en las mismas, policías entrando en domicilios particulares para buscar propaganda política, traslado de miles de fuerzas policiales a una comunidad autónoma por hechos que pueden ocurrir pero no están ocurriendo (ni en las peores épocas de ETA sucedió algo semejante) y encima alojados en lugares que ni el mejor de los guionistas podría haber elegido (pobre piolín), amenazas de persecución penal por parte de miembros del Gobierno de España a ciudadanos por haber participado en una manifestación en la que no se produjo ni el más mínimo alboroto ni brote de violencia, más de 700 alcaldes imputados de un total de 900 y llamados a declarar con amenaza de detención y, por poner un ejemplo más y dejando lo más grave para el final, detención de personas, políticos y técnicos de la administración pública, algunos cuando llevaban a sus hijos al colegio. ¡Políticos detenidos por hacer política! Y a pesar de esta larga lista de acontecimientos, las voces airadas de protesta que cabría esperar en España no se han hecho oír. ¿Qué está ocurriendo? ¿Y la defensa de los derechos humanos? ¿Dónde está la solidaridad ante la represión?

·       No sólo se trata de que falte información sino de algo peor: los canales de comunicación, públicos y privados, han perdido también la neutralidad informativa. Ya sé que no es algo nuevo, que siempre ha sido así y que todos los medios de información han tenido en la historia una inclinación u otra. Pero lo que está ocurriendo ahora es muy exagerado. Para los miles y miles de ciudadanos cuya única fuente de información siguen siendo los canales clásicos, la televisión, la prensa y la radio, la información neutra y veraz simplemente ha desaparecido. Da pena, mucha pena, ver, leer o escuchar a los periodistas de estos medios utilizando de forma insultante el lenguaje para emitir un sentido interesado de la noticia. Las palabras lo son todo y su uso evidencia muchas cosas. Por poner un ejemplo muy reciente en una información que ha repetido buena parte de la prensa inclinada hacia un lado determinado de la balanza: “se utiliza a niños como escudos humanos en las escuelas para evitar su clausura” ¿Escudos humanos? ¿Cuándo perdimos el juicio?

·       Estamos tan inmersos en el desenlace que hemos olvidado el origen. Los que ahora acusan de hispanofobia a unos organizaron recogidas de firmas por millones haciendo proselitismo de catalanofobia por toda España. ¿Qué esperaban que ocurriera? Un President de la Generalitat poco susceptible de ser acusado de radical independentista como fue José Montilla ya avisó del efecto de desafección que aquello iba a provocar. Y aquí estamos.

·       En Catalunya, las muestras de apoyo al hecho de querer votar han sido inmensas y absolutamente transversales. Personas de diferente condición, jóvenes y jubilados, directivos y obreros, religiosos y antisistema, de derechas y de izquierdas, del campo y de la ciudad, etc… Una transversalidad inaudita y que sólo se ha conseguido con el apoyo de los lamentables comportamientos de los que han utilizado al “catalán”, así, como una palabra genérica, para sacar provecho propio fuera de Catalunya. Y este apoyo transversal se oculta en los medios que emiten noticias en España, que lo quieren reducir a unos exaltados o a una abducción que se recibe como una enorme falta de respeto. Cientos de asociaciones civiles de todo tipo unidas en la defensa de los derechos conculcados estos días y en el llamamiento a la resistencia pacífica, debería ser motivo de noticia y en cambio, lo que se difunde fuera es que la policía catalana ha decidido no utilizar la fuerza para evitar lo que mañana vaya a ocurrir, ¡y se difunde como una noticia negativa!

En estos momentos, en la mayoría de centros públicos, sobre todo escuelas, donde está prevista la votación de mañana, cientos de personas voluntarias y organizadas están manteniendo actividades lúdicas noche y día con el fin de evitar su cierre preventivo. Es una situación que si no fuera por la gravedad de todo lo que está ocurriendo haría mucha gracia. Desde campeonatos de parchís sin fin hasta comidas populares. En algunos colegios de pequeñas poblaciones, incluso se ha procedido a quitar literalmente la puerta de entrada como un símbolo de la imposibilidad de su precinto. Y a todo ello policías entrando a pedir explicaciones de las actividades organizadas y tomando los datos de los presentes. El día que se haga una película de todo esto, que estoy seguro de que se hará, lo que está pasando hoy dará mucho juego.

Nada será lo mismo a partir de lo que ha ocurrido este mes de septiembre. Si alguien puede pensar que a partir del lunes las aguas tienen la más mínima posibilidad de volver a su cauce previo a todo esto está muy equivocado. Entre unos y otros la cuerda se ha roto de tanto tensarla (y según lo que ocurra mañana no sólo estará rota sino totalmente reducida a cenizas). Y esto sólo favorece a una de las partes: tanto si nos gusta como si no, Catalunya está llamada a ser un país independiente, seguramente no la semana que viene, pero lo será.

Y a ello han contribuido todos, los que están a favor y los que están en contra. Han generado una fuerte polaridad sin término medio que nos ha abocado a un abismo entre las dos partes. La fuerte emoción generada en los dos bandos hace que la situación sea irreconciliable. Todos los personajes que han participado (políticos y entidades, fiscales, jueces y policías, periodistas y tertulianos y los ciudadanos anónimos de aquí y de allá) sin saberlo son actores de una obra que irremediablemente sólo tiene un final. 

Mañana empieza otro capítulo. 

==================================================