domingo, 10 de julio de 2011

LA EXPERIENCIA ES UN GRADO


Rubalcaba por Zapatero (por cierto, diablos con lo de resaltar el apellido diferenciador, ¿por qué no Pérez y Rodriguez? Cosas del marketing político...) En un momento de crisis de partido, en 2003, el PSOE optó por la frescura de los jóvenes talentos del partido. Ellos, unos desconocidos con Zapatero al frente, representaron la renovación y romper con un pasado que lastraba todavía al partido desde su salida del poder en 1996. Jóvenes talentos, con puntos de vista diferentes y originales, personas que habían crecido en el partido con poco conocimiento de otra cosa que no fuera la política. Zapatero era la viva imagen de ello. Se presentó en sociedad como una persona capaz de transmitir ilusión, alejado de la imagen de corrupción del pasado, conciliador con todos y todo, haciendo famoso aquello del "talante". Tuvo su momento.



Ahora, en plena crisis no sólo del partido, sino financiera y de modelo económico y social, con el "estado de bienestar" en serio riesgo, Zapatero se ha mostrado incapaz de sobrevivir. Quizá era un Presidente ideal para los buenos ciclos económicos, pero no para los actuales.

El caso es que Rubalcaba representa otra cosa muy diferente: la experiencia. Cuando las cosas se presentan difíciles, cuando hay que luchar contra los elementos y parece que todo se presenta en contra, aparece "la experiencia" como un valor fundamental. Claro que Rubalcaba es mucho más que experiencia. Buen orador, se mueve bien en el cuerpo a cuerpo, orador felino e inteligente, dotado de un don de difícil consecución y que recuerda al que ostentó durante años su predecesor en el cargo de Vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra,: su presencia pone nervioso al contrincante.
Pero en mi opinión el valor que mejor representa Rubalcaba es el de la experiencia, el del político "de partido" curtido en mil batallas y que se las sabe todas. Conocedor del terreno que pisa, con aciertos y errores en su historial, y muy importante, que sabe a lo que se enfrenta porque lo ha vivido de primera mano, como compañero de viaje de otros muchos que también tuvieron que enfrentarse a retos de buen tamaño.


Todo esto viene a cuento porque creo que el mensaje de la elección de Rubalcaba por parte del PSOE para que intente rescatar al partido de la vorágine derrotista en la que se encuentra inmerso, no debería pasar desapercibido para nadie, y menos para las empresas que no estén en su mejor momento, por describirlo suavemente. Durante años ha prevalecido el hecho de apartar a las personas de más edad para dejar paso a los más jóvenes. No seré yo, con hijos en edad de entrar en el mundo laboral, quién esté en contra de ello. Pero creo que dar oportunidades a los jóvenes talentos no está reñido con echar mano de aquellos que han tenido que cruzar muchos puentes y afrontar muchos temporales para llegar hasta aquí.

Este es pues también mi mensaje: escuchemos lo que tienen que decirnos los jóvenes, démosles la oportunidad de que aporten su sana y original visión del mundo, pero que ello no sea impedimento para que en momentos de crisis, los veteranos no puedan aportar su experiencia y contarnos cómo salieron de otros momentos difíciles, de otras crisis. No lo juguemos todo a una carta. Sólo la juventud nos hará avanzar, pero como dice el refrán, la experiencia es un grado.



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