sábado, 31 de octubre de 2015

LA BÚSQUEDA DE SIGNIFICADO


Un buen párrafo de un buen libro
El mundo hasta ayer. Jared Diamond. (2012)

"Puede resultar sorprendente que la religión se haya mantenido o que incluso haya crecido en el mundo moderno, pese al auge de dos factores que la socavan:
* la reciente usurpación del papel explicativo original de la religión por parte de la ciencia
* y una mayor tecnología  y efectividad social para reducir los peligros que escapan a nuestro control y,  por tanto, invitan a la oración.
No obstante, el hecho de que la religión no dé señales de desaparecer puede deberse a nuestra persistente búsqueda de "significado". Los humanos siempre hemos buscado significado a nuestra vida, que de lo contrario puede parecer absurda, sin propósito y evanescente, y en un mundo plagado de acontecimientos desafortunados e impredecibles. Ahora llega la ciencia, que parece afirmar que el "significado" no es importante y que nuestra vida es absurda, sin propósito y evanescente, por el contrario, son paquetes de genes para los cuales la medida del éxito es su propagación. Algunos ateos sostendrían que el problema de la teodicea no existe; el bien y el mal son solo definiciones humanas; si un cáncer o un accidente de coche matan a X e Y pero no a A y B, es una catástrofe aleatoria; no hay más allá; y si hemos sufrido o sido insultados en la Tierra, no seremos compensados en la otra vida. Si respondemos a esos ateos: "No me gusta oír eso. Dime que no es cierto, demuéstrame de alguna manera que la ciencia tiene maneras de ofrecer significado", esos ateos nos contestarán: "Tu pregunta es inútil, supéralo. Deja de buscar significado, no lo hay. Es así. Tal como dijo Donald Rumsfeld sobre los saqueos durante la guerra en Irak: ¡A veces pasan cosas!" Pero todavía conservamos nuestro viejo cerebro, que anhela el significado. Llevamos a cuestas varios millones de años de historia evolutiva que nos dice: "Aunque eso sea cierto,  no me gusta y no me lo voy a creer: si la ciencia no me da significado, recurriré a la religión" Probablemente ese sea un factor importante en la persistencia e incluso en el crecimiento de la religión en este siglo de auge de la ciencia y la tecnología"

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domingo, 11 de octubre de 2015

KLIMT HECHO REALIDAD (Life Ball event 2015)


La gala Life Ball que recauda fondos para la lucha contra el SIDA este año se celebró en Viena y tuvo la ocurrencia de utilizar modelos que imitaron obras del pintor Gustav Klimt. La comparación con los originales produce un efecto impresionante:












(Life Ball website)
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lunes, 28 de septiembre de 2015

ALGUNAS CLAVES PARA LEER EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES CATALANAS


Algunas claves para leer el resultado de las Elecciones al Parlament de Catalunya

Sigo sin entender cómo en una democracia que cuenta ya con casi cuatro décadas de recorrido, los medios de comunicación más importantes del país siguen sin ser objetivos en sus crónicas. La forma en la que se está comunicando el resultado de las elecciones catalanas es un buen ejemplo de ello. Hay cosas sobre las que se puede opinar, pero cuando hablamos de cifras, la opinión interesada se convierte en intoxicación cuando no en una falsedad pura y dura. Aquí van algunos ejemplos.

* LOS ESCAÑOS
¿Qué están diciendo los mayoría de los medios?:
"Las posiciones independentistas han visto reducida su presencia en el Parlamento catalán al pasar de 50 escaños que obtuvo CiU en 2012 más los 21 de ERC y los 3 de la CUP (74) a los 62 obtenidos ayer por Junts pel sí más los 10 de la CUP (72), es decir un total de 2 escaños menos"

ESTO ES FALSO
En 2012 sólo un partido político se presentó con la independencia por bandera: ERC, y obtuvo 21 diputados. CiU en 2012 tenía en su programa la convocatoria de un referéndum y no la independencia y obtuvo 50 escaños de los cuales 37 correspondían a Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) y 13 a Unió, partido este último que se ha presentado en solitario a estas últimas elecciones sin conseguir representación parlamentaria. Por tanto, ni los 50 escaños de CiU habría que catalogarlos como independentistas ni ahora, al hacer comparaciones, habría que sumarlos a los de ERC en su totalidad sino sólo los correspondientes a CDC (37).

En las elecciones de ayer los partidos que han apostado por la independencia han conseguido 72 diputados. Esta es la realidad: las opciones independentistas han conseguido pasar de 21 a 72 representantes, es decir, han más que triplicado su presencia. 

Incluso si contempláramos a CDC como partido ya independentista en 2012, sólo deberíamos sumar sus diputados a los de ERC para la comparativa: 37+21= 58 en 2012 por los 62 actuales de Junts pel sí, con un incremento de 4 diputados.

En cualquier caso, los diputados independentistas en el Parlament de Catalunya han aumentado considerablemente.

* LOS VOTOS
¿Qué están diciendo la mayoría de los medios?
"Los independentistas han conseguido sólo el 48% de los votos por un 52% de los contrarios a la independencia"

ESTO ES FALSO
Dos partidos tenían la independencia en su programa electoral, Junts pel sí y la CUP, y los votantes que han optado por estas dos opciones claramente deben contarse como a favor de la independencia. Entre los dos han conseguido el 48% de los votos.
¿Qué podemos decir del 52% restante? Muchas cosas, pero de ninguna manera que no sean todos ellos favorables a la independencia.

Los partidos que no tenían la independencia en su programa han conseguido 63 escaños con un porcentaje de votos prácticamente igual a los conseguidos por los independentistas: un 48%. ¿Dónde está el 4% restante que nos falta para llegar al 100%? De entrada un 1% está en los votos nulos y en blanco, de los cuales no podemos decir que estén ni a favor ni en contra de la independencia. El 3% restante ha ido a parar a partidos que no han conseguido representación parlamentaria, por lo que sus votos no deberían sumarse a los conseguidos por los partidos que van a estar en el Parlament y que no han abanderado la independencia.

Por otra parte, de los partidos llamados “unionistas” sólo tres de ellos han manifestado su oposición a que Catalunya pueda optar por proponer la independencia: Ciutadans, PSC y PP, cada uno con sus matices (más o menos autogobierno, reformas o no de la Constitución, Estado federal o continuar con el statu quo). Estos tres partidos han conseguido 52 escaños y el 39,13% de los votos. 

El cuarto partido, Catalunya sí que es pot, proponía la negociación de un referéndum pactado con el Estado en el que los catalanes pudieran decidir si querían o no ser independientes. Los escaños (11) y los votos (9%) conseguidos por este partido no deberían contarse de forma inequívoca como contrarios a la independencia.
En conclusión, lo único que puede decirse con seguridad es que un 48% de los votantes ha optado por la independencia y otro 48% por otras opciones entre las que hay que contar un 9% favorables a celebrar un referéndum por el derecho a decidir de los catalanes. Sobre el restante 4% tenemos poco que decir.

LA MAYORÍA SILENCIOSA
Durante meses hemos oído decir por parte de los partidos contrarios a la independencia que existía una “mayoría silenciosa” que no se manifestaba por las calles y que no hacía ruido pero que era contraria a la independencia. Todos los partidos no independentistas han utilizado este concepto y sobre todo el PP desde el Gobierno de España.

Este concepto se ha demostrado FALSO. Con un 77,5% de participación, estas elecciones al Parlament de Catalunya han sido con diferencia las más concurridas celebradas hasta hoy, por lo que no cabe ya decir que hay una mayoría silenciosa que no se ha expresado. Y con los resultados en la mano, el apoyo en votos de las opciones independentistas no se ha visto reducido: casi 2 millones de votantes han expresado su voluntad por optar directamente por la independencia, prácticamente los mismos que han optado por otras opciones. Los que pensaban que con una alta participación se expresaría la voluntad de una “mayoría silenciosa” que creían contraria a la independencia erraron en su pronóstico.

¿QUÉ NOS ESPERA AHORA?
Mi pronóstico es el siguiente:
Tendremos un Parlamento catalán que iniciará el proceso hacia la independencia, con una declaración inicial de soberanía y la posterior aprobación de leyes y estructuras de estado.

De cara a las elecciones generales de diciembre, algunos partidos políticos apostarán fuerte por demostrar al electorado español que sólo ellos serán capaces de frenar el proceso independentista catalán y lo harán mostrando músculo y contundencia verbal. Las cosas no van a suavizarse en los próximos meses ni habrá oportunidad para ningún tipo de acercamiento.

Todo los pasos que dé el Parlament de Catalunya en relación al proceso independentista serán impugnado por el Gobierno Central y por el Tribunal Constitucional, por lo que se llegará a un momento decisivo: el de la aceptación de las leyes actuales o la desobediencia de las mismas con las consecuencias que nadie puede predecir.

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martes, 15 de septiembre de 2015

LA "INEVITABLE" INDEPENDENCIA DE CATALUNYA


La "inevitable" independencia de Catalunya

Incomprensiblemente para muchos, ni los responsables políticos ni buena parte de los ciudadanos de España se está tomando el tema de la independencia de Catalunya como lo que realmente es: el asunto de mayor calado institucional y relevancia que ha tenido este país encima de la mesa desde la llegada de la democracia. Este tema, por sí mismo, va a significar o bien una radical reconstrucción del edificio constitucional que se edificó hace cuarenta años o bien una dolorosa, complicada, inaudita pero segura separación de Catalunya del resto de España. 


La estrategia de no hacer caso al problema para conseguir que éste no exista que está llevando a cabo el actual gobierno de España, en mi opinión, va a conseguir que para satisfacción de unos y desesperación de otros, la independencia acabe siendo una realidad. A no ser que se produzca un cambio político radical, con un enfoque de regeneración de calado como mínimo similar al que se llevó a cabo durante la transición de la dictadura franquista a la democracia, se acabará llegando a un punto de no retorno. Esta es la conclusión a la que llego siendo testigo y a la vez partícipe de lo que está ocurriendo ahora y lo que ha venido sucediendo durante los últimos diez años. No va a ser esta entrada una relación de errores, agravios o cosas que pudieron ser pero no fueron. Mi intención es exponer argumentos de por qué creo que Catalunya acabará siendo una nación independiente con todo lo que ello pueda significar para unos y para otros.

Esta conclusión se fundamenta en el siguiente decálogo argumental:

1. Pocos dudan de que las opciones soberanistas obtendrán la mayoría de escaños del Parlamento que surja tras las elecciones del 27S. Pero todo apunta también a que no van a contar con la mayoría de votos.

2. Con una mayoría parlamentaria consistente, habrá Gobierno soberanista en la Generalitat, pero el proceso hacia la independencia se verá ralentizado. Ojo, ralentizado no significa detenido. Siguen sorprendiéndome las declaraciones de aquellos que opinan que si no se alcanza la mayoría en votos el proceso hacia la independencia habrá muerto. ¡Cómo va a morir con un porcentaje altísimo de ciudadanos a su favor y las riendas del próximo gobierno! Probablemente volvamos a la exigencia de realizar un referéndum para decidir, pero desde una posición de mucha más fortaleza por parte del ejecutivo catalán.

3. Los partidos no soberanistas con posibilidad de gobernar en España en su mayoría insistirán en que es posible encajar las demandas razonables de muchos catalanes en una reforma de la Constitución. Algunos lo harán convencidos de ello, otros sólo para ganar los votos de los indecisos y alguno más ni siquiera lo intentará, anclado en la actual estrategia de ignorar el problema, minimizarlo o combatirlo con el esquema institucional de hace cuatro décadas.

4. En el programa de las elecciones generales de diciembre, casi todos los partidos incluirán tocar la Constitución para mejorar el encaje territorial a nivel de competencias, fiscalidad e identidad nacional y cultura. Lo harán sin dar ningún detalle ya que hay demasiada sensibilidad al respecto en España para poder concretar en los programas electorales, pero lo harán (demasiados años cultivando la catalonofobia por parte de unos y otros con el fin de ganar votos en determinados sectores de la sociedad española como para pretender ganar las elecciones generales con detalles respecto a cómo afrontar futuras reformas constitucionales).

5. Dada la dificultad del PP de gobernar en coalición o con apoyo de otros partidos, salvo que en diciembre obtenga la mayoría absoluta de nuevo o un porcentaje de votos muy cercano a ella, es muy posible que a partir del año que viene tengamos en España un gobierno del PSOE en minoría o en coalición con otros. El PSOE es el partido que más se está mojando en relación a la reforma constitucional. Si no fuera así y el PP conservara una mayoría suficiente para gobernar, todos los puntos que vienen a continuación cobrarían todavía más valor (por mucho que algunos hagan ver que esto ya no es así, España sigue siendo un país bipartidista y las posibilidades de que gobierne un tercer partido con una mayoría suficiente son más bien pocas, pero aunque ello ocurriera en nada cambiaría mi decálogo argumental)

6. El gobierno soberanista de Catalunya será muy exigente con la petición de un referéndum para decidir la independencia y, por supuesto, seguirá muy de cerca las iniciativas (no digamos si se llegan a producir "promesas" electorales en las generales) hacia la revisión de la Constitución, haciendo de altavoz de todo aquello en lo que no se avance.

7. Y no se avanzará. Por mucho que el nuevo gobierno de España quiera abrir el melón de la Constitución, ello no será posible. Cualquier atisbo de acuerdo está en las antípodas de la feroz lucha partidaria que se ha instalado en España entre los partidos mayoritarios. La Constitución no podrá tocarse o si se toca no será del agrado de muchos y, por supuesto, no lo será del gobierno de Catalunya ni de los millones de votantes que lo habrán nombrado.

8. Todos los indecisos que a última hora el 27S habrán impedido la mayoría absoluta de votos a las opciones soberanistas con la esperanza de que un nuevo gobierno en España pueda dar satisfacción a las demandas catalanas, se encontrarán una y otra vez con noticias que les empujarán a cambiar de opinión. Entre unos que seguirán instalados en la lucha partidista y otros que amplificarán la incompetencia del Parlamento español respecto a tocar el encaje territorial, los convencidos del soberanismo crecerán a diario.

9. El 27S las opciones soberanistas apuntan a obtener alrededor del 45% de los votos. A partir de esta posición sólo necesitan que un porcentaje pequeño de indecisos cambie de opinión para alcanzar la mayoría.

10. En las siguientes elecciones autonómicas, cuya fecha de celebración manejará como es obvio según sus intereses el gobierno de Catalunya o en un referéndum que finalmente se convoque, acordado o no, ajustado a la actual legislación o no (que todo puede ocurrir), la probabilidad de que la independencia cuente con la mayoría absoluta será muy alta. Definitiva.

Y a partir de este punto, que cada uno se quede con la opción que más le encaje, desde la más catastrófica a la más utópica, pero con una mayoría de ciudadanos a favor de separar Catalunya de España, las cosas se pondrán muy a favor de que ello acabe ocurriendo. Los partidos soberanistas, aparte de seguir haciendo ruido con el fin de mantener el ánimo entre sus votantes, sólo tendrán que sentarse a esperar a que desde el Parlamento español se evidencie la imposibilidad de llegar a acuerdos firmes que satisfagan a unos y otros.

Sólo un Parlamento español que finalmente sea consciente del reto que tiene entre manos, de la misma forma que lo fueron los líderes políticos en los últimos años de la década de los 70 capaces de llegar a consensos de calado increíble, y que ponga todo patas arriba convencido de que es necesario un nuevo encaje territorial del Estado y una renovación de grandes proporciones del actual pacto constitucional, podría minimizar los apoyos a la independencia de Catalunya y, por tanto, reducir el riesgo de que ello ocurra. Hoy por hoy, no parece que esa consciencia de la necesidad de realizar semejante nivel de cambios esté en la agenda de los líderes políticos españoles, por lo que en mi opinión, Catalunya caminará irremediablemente hacia un nuevo destino como nación, con todas las ventajas según unos 0 inconvenientes según otros que ello pueda tener. Y ello ocurrirá en un plazo no superior al de una legislatura.

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lunes, 10 de agosto de 2015

EL ORIGEN DE LA VIDA


SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA

* Pero, ¿qué es la vida?
Lo primero que hay que considerar al hablar del origen de la vida, es a qué nos referimos cuando hablamos de “vida”. Instintivamente todos podemos reconocer lo vivo de lo no vivo, al menos cuando se trata de macroorganismos. Pero si nos vamos a los extremos, las cosas no son tan fáciles. Cabe preguntarse ¿qué es la vida?. Un ser vivo puede definirse desde muchos puntos de vista. Podemos realizar una definición fisiológica, centrándonos en las funciones que son capaces de realizar los seres vivos, es decir, alimentarse, excretar, respirar, moverse, reproducirse, etc. Una definición metabólica se basaría en el intercambio de materiales que lleva a cabo un organismo vivo con su entorno (el metabolismo). Una definición bioquímica nos hablaría de enzimas y ácidos nucleicos, y otra termodinámica diría que un ser vivo es un sistema abierto que intercambia energía y materiales con su ambiente.

Eligiendo una de las múltiples definiciones, podemos decir que un ser vivo es una entidad individual, de dimensiones muy variables pero concretas, que utiliza la química del carbono para efectuar una serie de funciones agrupadas, en general, bajo las tres denominaciones siguientes:
- Autoconservación.
- Autoreproducción.
- Autoregulación.

La Autoconservación es la capacidad que tienen los seres vivos de evitar la tendencia que todos los sistemas tienen al desorden, es decir, la capacidad de conservar su entropía, lo que hacen a expensas del medio ambiente a través de la respiración y la nutrición y, como última fuente de energía, la energía solar. Cuando un organismo vivo, a causa de la acumulación de desperdicios en su medio interno y a la desincronización de las reacciones metabólicas, no es ya capaz de almacenar la energía ambiental necesaria para su conservación, muere.

La Autoreproducción es la facultad de utilizar la energía para sintetizar los elementos constituyentes de su propio organismo. Esta función no se detiene aquí: un ser vivo llega a ser capaz de duplicarse a sí mismo y sintetizar otro individuo enteramente nuevo semejante a él, gracias a la réplica del ADN y a la división celular.

La Autoregulación es la posibilidad que tienen los seres vivos de reemplazar cualquier elemento celular depauperado y adaptarse lo mejor posible a su entorno a fin de mantener su constantemente amenazada individualidad. Una modificación en el medio que atente contra la integridad del organismo, desencadena un cambio de comportamiento tendente a restablecer el equilibrio, lo que hace posible la adaptación al medio cambiante.

Estas tres funciones ilustran la complejidad que oculta cualquier organismo vivo, por diminuto y simple que sea. ¿Cómo, a partir de simples átomos, pudo llegarse a esta extrema complejidad?.


* La vida, ¿un proceso irrepetible?
Es importante tener en mente una referencia temporal. Nos dicen los físicos que el famoso big-bang que dio lugar al universo que hoy conocemos, se produjo hace entre 13 y 15.000 millones de años. Hay que dar otro salto importante para llegar a la formación de la Tierra. Nuestro planeta existe como tal desde hace unos 4.500 millones de años. Por cierto, que a los que piensen que la vida en la Tierra durará eternamente o a todos aquellos que nunca se lo han planteado, hay que decirles que tenemos fecha de caducidad. Nuestro apreciado sol, como todas las estrellas, tiene una existencia limitada y cuando nos falte él (en realidad mucho antes), nuestro planeta volverá a ser biológicamente estéril. Estamos aproximadamente a la mitad del camino.

¿Es la vida un fenómeno único en el Universo, un hecho que se produjo en un lugar privilegiado, a través de una serie de circunstancias tan especiales que no se ha dado en ningún otro lugar o bien es un hecho banal, común en cientos, miles o millones de lugares distintos?. En realidad no hay término medio. O bien hemos de pensar en algo irrepetible, en cuyo caso es imprescindible contemplar la intervención divina, o si se trata de un proceso difícil, pero posible, si tenemos en cuenta las magnitudes del Universo ha tenido que producirse necesariamente en multitud de lugares distintos. Y ello no sería una consecuencia posible, sino totalmente cierta y verosímil. En el primer caso sería vano encontrar ningún tipo de explicación científica. En el segundo, la vida es un hecho habitual, banal, presente en incontables mundos y debe seguir una cierta lógica. En las próximas líneas seguiremos la estela de esta última explicación.

Si consideramos la vida un hecho “posible” (y lo es, ya que la vida es una realidad) y científicamente explicable, lo primero que hay que tener en cuenta es que en nuestro planeta se desarrolló a través de un antepasado común. Un ancestro único que se deduce de las múltiples similitudes existentes entre todos los seres vivos conocidos sin excepción:

- Mismos monómeros componentes de los elementos básicos que componen la vida: las proteínas y los ácidos nucleicos.
- Mismo sistema de replicación, a través del ADN y del ARN.
- Procesos metabólicos muy similares en todas las células: qué moléculas hacen qué cosas, cómo y dónde se producen las proteínas, cómo se almacena y se libera la energía, etc.

Ahora bien, este primer ancestro común no tuvo porque ser necesariamente el primer ser vivo de la Tierra, es más, probablemente no lo fue. La vida pudo haber surgido varias veces y extinguirse antes de la última y definitiva. Durante sus primeros quinientos millones de años de existencia la Tierra sufrió un impresionante bombardeo de meteoritos, cometas y asteroides. Un impacto de un objeto de “sólo” 60 Km. de diámetro liberaría suficiente energía como para hacer hervir todos los océanos del planeta y esterilizar cualquier atisbo de vida. ¡Y esto sucedió en varias ocasiones!. Se cree que sólo 10 Km. de diámetro fueron suficientes para la extinción de los dinosaurios (en realidad, tras el impacto de hace 65 millones de años no sólo se extinguieron los dinosaurios, sino ¡todo animal terrestre de un peso superior a los 25 kg.!).

Hasta hace algo más de 3500 millones de años no se redujo el número de impactos a un nivel similar al actual. Sólo entonces fue posible el desarrollo de la vida sin más interrupciones. Ello conduce al primero de los dilemas que la vida ofrece a los científicos: su desarrollo fue increíblemente rápido: ¡hay rastros de vida de hace 3800 millones de años!.

¿Cómo fue posible ese desarrollo?. ¿Cómo se produjo el paso de la materia inorgánica, inerte, a esa complejidad enorme que significa la vida?. En el fondo la vida se resume en Metabolismo y Reproducción (o replicación). Todo lo que envuelve a la vida y le da su significado, la autonomía, la nutrición, la complejidad, la organización, el crecimiento, el contenido en información, la permanencia, el cambio, la muerte, etc., todo puede ubicarse en el ámbito de ambos conceptos. En realidad la vida es un acuerdo mutuamente beneficioso entre las proteínas (el metabolismo) y el ADN (la reproducción). El ADN y sus genes precisan a las proteínas para “hacer cosas”, alejarse del peligro, protegerse, buscar materias primas, crear biomasa para ganar competitividad, etc. Y las proteínas necesitan a los genes para su replicación y permanencia.


* ¿Cómo pudo suceder?
¿Cómo pudo empezar todo?. Antes de que hubiera vida los procesos geofísicos y químicos dejaron sus huellas en las rocas. Después, los procesos evolutivos, biológicos, son observables en los fósiles y en las propias especies vivas. Pero, ¿cómo fue la transición entre la actividad meramente química inerte y el metabolismo biológico organizado?. No existe ninguna evidencia directa, no hay ningún rastro observable de ese instante. Y probablemente nunca lo encontremos, lo que obliga a la comunidad científica a trabajar con hipótesis.

La puerta a la investigación científica sobre este tema la abrió Darwin, que con sus escritos y teorías rompió los moldes que habían impedido toda discusión al respecto. Sólo después de Darwin los científicos fueron capaces de abordar el origen y el desarrollo de la vida desde un ámbito ajeno a los conceptos míticos y religiosos. Hasta ese momento las cosas eran como eran y siempre habían sido así. Todas las especies presentes en la Tierra y las extinguidas, todas, absolutamente todas habían sido creadas en el mismo instante por un ente sobrenatural en el origen de los orígenes. Y no había más discusión. Hubo que esperar hasta finales del siglo XIX y principios del XX a que aparecieran las primeras explicaciones atrevidas que contradecían los dogmas religiosos. Y fue uno de los primeros científicos postulantes el que ofreció una explicación al tema que nos atañe que aún hoy en día sigue siendo la más plausible y clara. A pesar de que modernas teorías ofrecen distintas soluciones, la que dio el ruso Alexander Oparin en un pequeño libro publicado en 1927 y posteriormente ampliado por el mismo autor, es de una lógica fácil de asimilar. En realidad se trata de decidir el orden de los acontecimientos: ¿qué fue primero, los enzimas (es decir, las proteínas, el metabolismo), los genes (el sistema de replicación) o el marco físico celular donde se contienen todos los procesos del organismo?. Oparin expuso una teoría que señalaba el inicio en el marco físico, en el que posteriormente se instauraron los enzimas y en el que finalmente se hicieron un lugar los genes. En los últimos decenios otros autores han expuesto teorías que anteponen los genes a los enzimas y al marco celular, por este orden, (el llamado “mundo de ARN”) e incluso otros que inician sus explicaciones con los enzimas a los que siguieron el marco y finalmente los genes. Por su sencillez y tratándose de un breve espacio en el que hacer una pequeña aproximación, en este artículo se describen someramente sólo las ideas de Oparin.

Todos los seres vivos están compuestos de Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno y pequeñas trazas de otros elementos. ¿Por qué éstos y no otros?. La explicación es sencilla: se trata de cuatro de los cinco elementos más abundantes en el Universo (el quinto es el Helio, pero éste no cuenta ya que se trata de un gas inerte no reactivo, incapaz de formar enlaces). La vida, al menos la conocida, en realidad se sustenta en la química del Carbono, las posibilidades de este elemento para combinarse con los otros átomos presentes en la vida lo convierten en el eje central de toda la historia.


* Un proceso de millones de años.
Y ahora hay que situarse a casi 4000 millones de años de distancia en el tiempo, en un planeta todavía cargado de erupciones volcánicas, violentos terremotos, extraordinarias tormentas eléctricas, asediado por las radiaciones ultravioletas (aún no se había desarrollado la capa protectora de ozono, que fue un producto de la propia vida). Fue ese a nuestros ojos violento e inhóspito lugar el que proporcionó el medio ideal para el inicio de todo el proceso. Es importante también considerar que nuestro planeta goza de la presencia de agua líquida desde hace más de 4000 millones de años. Sin ella no hubiera sido posible el desarrollo de la vida (al menos la vida que conocemos). Entre las primeras moléculas elementales presentes en la Tierra, básicamente el agua (H2O), el metano (CH4), el dióxido de carbono (CO2) y el amoníaco (NH3), se produjeron las incipientes reacciones en cadena que dieron lugar a los primeros monómeros, moléculas básicas que combinaban los cuatro elementos antes mencionados. En realidad este proceso no es tan complicado e incluso ha podido ser reproducido a nivel de laboratorio de forma bastante aproximada. Los científicos han sido capaces de crear ese ambiente reactivo y hostil descrito y “producir” moléculas básicas como son los aminoácidos. Pero, ¿cómo pudieron formarse los polímeros, es decir, el siguiente paso, la unión de las sencillas moléculas básicas para producir moléculas mucho más complejas?.

Los polímeros tenían muchos “enemigos”:

- La propia agua, el medio fundamental, el disolvente universal, donde las proteínas y los ácidos nucleicos tienden a descomponerse.
- Las radiaciones ultravioleta, que no permiten la estabilidad de las moléculas complejas.
- El oxígeno presente en el ambiente, que se une con el carbono secuestrándolo e impidiendo de ese modo su participación en otras moléculas (proceso que constituye la oxidación).

Las moléculas encontraron soluciones para hacer frente a estos “enemigos”. La primera protección fue buscar refugio a los rayos ultravioleta. Y ese refugio lo encontraron en el medio líquido, en la llamada sopa primordial, a unos 10 metros de la superficie, donde podían aprovechar el calor del sol para las reacciones químicas y evitar el daño de los rayos ultravioleta.

La otra solución protectora, la más importante, la que Oparin situó en primer lugar en el orden de los procesos biológicos, se obtuvo cuando se formaron los primeros fosfolípidos, moléculas con un extremo hidrófilo y otro hidrófobo. Estas moléculas se formaron cuando el metano presente en la Tierra, bajo la influencia de los potentes rayos ultravioleta, dio lugar a la aparición de grandes formaciones de hidrocarburos condensados que se oxidaron y se solubilizaron en el agua, formando las cadenas de fosfolípidos. Estas moléculas tienen la peculiaridad de formar pequeñas esferas estables en presencia de agua, uniendo entre sí las partes hidrófobas y ofreciendo al medio líquido exterior las hidrófilas. Estas microesferas o coacervados fueron una invención fundamental porque facilitaron a las moléculas básicas un lugar privilegiado, protegido, aislado del medio, para el desarrollo de la vida.

Las microesferas de fosfolípidos podían subdividirse, chocaban unas con otras, explotaban y volcaban al medio su contenido: moléculas elaboradas que habían sido posibles gracias a su protección, que se habían formado de forma aislada al medio que las rodeaba. Bolsas lipídicas, protegidas de los rayos ultravioleta, flotando a cierta profundidad en los océanos primordiales, con contínuos aportes e intercambios de material orgánico: ese fue el principio. De alguna forma (es muy difícil asegurar hechos que ocurrieron hace casi 4000 millones de años) estas microesferas llegaron a constituir entidades autónomas, con una membrana protectora que con el paso del tiempo consiguió hacerse selectiva al paso de las moléculas del medio. ¡Se convirtieron en un sistema separado, independiente, capaz de establecer una frontera entre él y los demás!.

Apliquemos por un momento las teorías de la evolución del propio Darwin a ese proceso inicial: esferas cargadas de material orgánico compitiendo por su estabilidad y permanencia. Aquellas que contuvieran las reacciones internas a un nivel que no llegara a la autodestrucción permanecerían. Las otras desaparecerían. Las que consiguieran a través de lo que inicialmente pudieron ser pequeños defectos de forma, que sus membranas evitaran el paso de moléculas o enzimas perjudiciales para su estabilidad o, al contrario, permitieran el paso selectivo de moléculas necesarias para su equilibrio interno también tendrían más probabilidades de permanecer en el medio. Estas esferas más estables fueron siendo cada vez más numerosas y en ellas se formaron por primera vez muchos de los enzimas que aún hoy catalizan procesos biológicos fundamentales para la vida.

Algunas teorías apuntan a que el sistema de replicación (ARN, ADN) pudo también formarse de la misma forma. Otras en cambio prefieren apuntar a que las moléculas replicantes se formaron en el propio medio, de forma autónoma, a base de combinaciones y recombinaciones de la materia orgánica presente en el caldo prebiótico. Hay que tener en cuenta que sólo tuvo que formarse una molécula capaz de replicarse... El resto fue un incesante e interminable proceso de replicación y mejora. Hasta que una molécula replicante “infectó” una microesfera capaz de contener procesos metabólicos. Una “infección” que resultó beneficiosa para ambos y que se convirtió con el tiempo en simbiosis y finalmente en una asociación definitiva. La bolita de enzimas proporcionó a la molécula replicante protección frente a un medio ávido de moléculas complejas y, además, una fuente de material para la replicación. La molécula replicante ofreció a la microesfera metabólica algo de extraordinario valor: la capacidad de perpetuarse en el tiempo más allá de la permanencia de ella misma.


* Casualidad, azar, aleatoriedad.
De este sencillo modo nos explica Oparin todo el proceso. Pero esta aparente sencillez se desmonta si la dejamos exclusivamente en manos del azar: monómeros que se forman al azar, reacciones que tienen lugar casualmente, combinaciones que se producen siguiendo pautas aleatorias, cualquier cosa sería posible. Si nos atuviéramos sólo al azar, la casualidad, sería prácticamente imposible que coincidieran todas y cada una de las reacciones necesarias para producir las moléculas precisas, los sistemas reactivos necesarios que conforman la complejidad interior de la más simple de las células. Sería como pretender que al lanzar al suelo el contenido de un sobre de sopa de letras se formaran “por azar” unos versos de Machado. Hay que concluir que no estuvo todo sometido al azar. En química existe una lógica que hace que las combinaciones y asociaciones no sean casuales. Pongamos un ejemplo: ¿cuánto tardaría un chimpancé en escribir El Quijote golpeando al azar las teclas de un ordenador, si sólo cada vez que acertara con una letra del texto pudiera pasar a buscar la siguiente?. En todos y cada uno de los pasos se partiría de cero y las probabilidades de acierto y error en cada avance serían las mismas. La química no funciona así. Para entenderlo podemos pensar en otro ejemplo: ¿cómo adivinaríamos nosotros una frase en un texto?. No actuaríamos como el chimpancé probando con todas las letras del alfabeto en cada paso, sino que tras descubrir que la primera letra es una “E”, probaríamos con una “L”, ya que es probable que la frase se inicie con el artículo “EL”, o si tuviéramos el artículo “GA” propondríamos no sólo una letra, sino directamente las sílabas “TO” o “LLO” para formar las palabras “GATO” o “GALLO”. La química también funciona así: hay una tendencia natural de los elementos y las moléculas a combinarse de una forma concreta y no de otra, en determinadas circunstancias, en un proceso continuo de principio a fin.

Podemos aún ir un poco más allá. Casualidad, probabilidad, azar, aleatoriedad: palabras que necesariamente tienen que estar en nuestra mente cuando pensamos en los inicios de la formación de la vida en la Tierra. Pero ¿qué significa “seguir una pauta aleatoria”?. ¿Quiere decir que puede suceder cualquier cosa?. Detengámonos un momento en este punto. Una pauta aleatoria es aquella que no puede reducirse a una fórmula o algoritmo. Por ejemplo, la secuencia siguiente: 1313131313131313 puede describirse fácilmente con el siguiente algoritmo o “receta”: “repítase 8 veces 13”. En cambio, la secuencia 15241507392 se nos muestra más compleja y tiene, por tanto, un algoritmo más complejo: “multiplíquese el número 123456 por sí mismo y al resultado súmesele el mismo número de partida, es decir: (123456x123456)+123456”. Así pues, a mayor complejidad buscada en la secuencia, más complejo será el correspondiente algoritmo. Si lo que buscamos es una secuencia o código con la mayor de las dificultades, es decir, con el más alto contenido posible de información, debemos recurrir a las secuencias aleatorias, o sea, a aquellas no resumibles en una “receta”. El genoma es la secuencia que define la creación de un ser vivo y la que contiene el paquete de información necesario para ello. ¿Es aleatoria la secuencia que define el código genético de un ser vivo?. Si no lo es, al menos lo parece. Aunque siempre debemos dejar la puerta entreabierta a que pueda existir un algoritmo, una receta detrás de la secuencia del genoma. Un código dentro del código genético cuya receta sería: “hágase un ser vivo”.

Aceptando que el ser vivo está plagado de secuencias aleatorias, no lo está de cualquiera de ellas. Sólo forman parte del genoma, por ejemplo, aquellas secuencias aleatorias capaces de codificar información biológicamente relevante. Es decir, un genoma es a la vez aleatorio y altamente específico, propiedades que en sí mismas parecen contradictorias. ¿Cómo puede una mezcla de azar y ley cooperar para dar lugar a una estructura aleatoria específica?. ¿Podría la “aleatoriedad específica” ser el producto de algún proceso determinista consecuencia de leyes similares a las de la física y la química?. No conocemos ninguna ley en la naturaleza capaz de conseguirlo, lo que no quiere decir que no exista. Pero aún podemos encontrar cierta explicación bebiendo de nuevo en las fuentes de Darwin: el azar, en forma de mutaciones aleatorias, y la ley bajo el paraguas de la selección forman la combinación óptima de aleatoriedad y orden necesarios para crear el “objeto imposible”: el ser vivo.


* Las primeras células.
Tras todo este largo y complejo proceso (pero posible, no lo olvidemos) aparecieron los primeros seres vivos: las células procariotas. Las células procariotas son pequeñas bolsitas con filamentos de ADN, membranas lipídicas con poros formados por proteínas y un citoplasma interior sin orgánulos específicos pero repleto de todas las moléculas esenciales para la vida: enzimas, ARN y ADN. Tuvieron un éxito abrumador, ya que ocuparon todos y cada uno de los hábitats posibles del planeta y permanecieron como únicos representantes de la vida ¡durante 2500 millones de años!. Hace 1400 millones de años aparecieron las células eucariotas, dotadas ya de un núcleo en el que se refugia el ADN y de múltiples orgánulos, cada uno de ellos con misiones específicas (síntesis del material proteico, almacenamiento y producción de energía, evacuación de residuos, etc.). ¡Y hace sólo 600 millones de años que aparecieron los primeros metazoos, o animales formados por un gran número de células diferenciadas!. Un largo proceso de variación en el que las múltiples posibilidades de avance hacia una u otra dirección hacen que si procediéramos al rebobinaje de la película de la vida, con toda seguridad el resultado final no sería el que todos conocemos: la vida seguiría siendo vida, pero bajo formas distintas a las actuales. Es por ello por lo que no cabe esperar que en algún lugar del Universo existan formas de vida iguales a las de la Tierra. Similares quizás, pero iguales prácticamente imposible. La vida sería también posible si nuestros ancestros iniciales hubieran seleccionado aminoácidos distintos para la formación de las proteínas biológicas y no cabe pensar que el único sistema replicador posible sea el que está presente en nuestras células. Hay tantas posibilidades distintas que hay que imaginar un Universo plagado de vida bajo infinitas formas y sistemas imposibles de adivinar.


* ¿Es la vida un fin programado?
Algunos autores, aún dando crédito al proceso descrito por Oparin o a procesos similares presentes en nuevas teorías, apuntan a la posibilidad de que la vida quizás no haya “empezado” nunca. ¿Podríamos pensar que la vida estuviera presente en el Universo desde el principio del mismo, viajando de un lugar a otro en sus formas más simples y elementales, ella misma o sus componentes fundamentales, junto a meteoritos, cometas, etc.?. ¿Pudo la vida desarrollarse de alguna forma similar a la descrita en algún lugar inimaginable del Universo al principio del principio, inmediatamente después del big-bang?. No tuvo más que suceder en un lugar y, a partir de él, distribuirse por todo el Universo. Se han encontrado rastros de aminoácidos y proteínas en fragmentos de meteoritos caídos sobre la Tierra. No es aún suficiente prueba para sostener esta teoría, llamada de la Panspermia, pero sí para hacernos reflexionar al respecto.

Y, por último, como última reflexión, si la vida es un hecho posible y, por tanto, común en el Universo, tan común como lo es en nuestro planeta (¡hay vida por todas partes!), ¿podrían existir unas aún desconocidas leyes o normas que empujen a la materia inorgánica hacia la vida?. ¿Es la vida un estado alternativo de la materia?. O más aún, ¿hay propiedades inherentes a los átomos y las moléculas que los dirigen hacia la vida?. El hecho es que la vida, cuando surge como es el caso de nuestro planeta, tiene una irrefrenable tendencia a formarse, extenderse y permanecer en cualquier medio. ¿Es el fin último del Universo ordenar la materia en forma de vida para dar lugar a seres capaces de pensar en ello?. Tengo la impresión de que en los próximos decenios las investigaciones respecto a todo ésto darán mucho que hablar.

Josep Crusellas
(2003)
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BIBLIOGRAFÍA
· Paul Davies. “El quinto milagro” (Edición del año 2000). Editorial Crítica. Barcelona.
· Juli G. Peretó. “Orígenes de la evolución biológica”. (Edición del año 1994). EUDEMA. Madrid.
· Joël de Rosnay. “La aventura del ser vivo”. (Edición del año 1998). Editorial Gedisa. Barcelona.
· Erwin Schrödinger. “¿Qué es la vida?”. (Edición del año 1997). Tusquets Editores. Barcelona.
· Ian Stewart. “El segundo secreto de la vida”. (Edición del año 1999). Editorial Crítica. Barcelona.
· Carl Sagan. “Los dragones del Edén”. (Edición del año 1993). Editorial Crítica. Barcelona.
· Claus Emmeche. “Vida simulada en el ordenador”. (Edición del año 1998). Editorial Gedisa. Barcelona.
· A. I. Oparin. “El origen de la vida”. (Edición del año 2000). Ediciones Akal. Madrid.
· Freeman J. Dyson. “Los orígenes de la vida”. (Edición del año 1999). Cambridge University Press. Madrid.
· J. W. Schopf. “La cuna de la vida”. (Edición del año 2000). Editorial Crítica. Barcelona.
· Stephen Jay Gould. “El libro de la vida”. (Edición del año 1999). Editorial Crítica. Barcelona.
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miércoles, 8 de julio de 2015

ESTUDIO DE LA HISTORIA. ARNOLD J. TOYNBEE



SOBRE EL "ESTUDIO DE LA HISTORIA"
Arnold J. Toynbee (1889-1975)

Se hace difícil afrontar la tarea de resumir a Toynbee. Su monumental obra “Estudio de la Historia”, escrita a lo largo de varios decenios, en el segundo tercio del siglo pasado, aborda una explicación de los hechos históricos desde una perspectiva global. Escribe una explicación de la Historia, con mayúsculas, llena de causas y efectos y concatenaciones que intentan dar sentido a la evolución de la humanidad en sus últimos 6.000 años.

Hay pocos historiadores que en su vida profesional se hayan propuesto unos planes de estudio tan ambiciosos como los que se marcó Toynbee al emprender la tarea de escribir su obra. Fue tan ingente la tarea y tantas las miles de páginas que abarca, que la obra original sólo existe en las bibliotecas (de hecho, yo aún no la he visto, salvo algún tomo suelto en alguna librería de viejo). Fue otro autor, D. C. Somervell quién se dedicó a escribir un compendio de la obra de Toynbee que contó con el beneplácito e incluso con la revisión pormenorizada del autor original. Son los 3 tomos de Somervell publicados en la serie de libros de bolsillo de Alianza Editorial los que he podido leer y trabajar (y aún éstos no son fáciles de encontrar, sobre todo el tercero y último que sólo pude conseguir de forma casual en un mercadillo de libros de segunda mano). Aunque el tamaño de los libros de bolsillo de Alianza Editorial no es demasiado grande, entre los tres tomos suman 1.500 páginas, por lo que ni siquiera el compendio es de fácil lectura.

El propósito de Toynbee en su “Estudio de la Historia” fue elaborar una tesis clara y sólida respecto a la experiencia histórica de la humanidad desde la aparición de las primeras civilizaciones hasta mediados del siglo pasado. Su Estudio está plagado de ejemplos puntuales de momentos concretos de la historia que por una parte avalan su tesis y por otra convierten la lectura de su obra en una magistral y única clase de historia (o de filosofía de la historia).


En el centro las Civilizaciones

En los libros de historia suelen abordarse los capítulos a partir del estudio de imperios, reyes, estados o naciones; en un contexto geográfico concreto y en un orden cronológico que sólo avanza hacia el siguiente siglo una vez ha quedado explicado lo que sucedió en el anterior.

Toynbee rompe radicalmente con esta explicación histórica y aborda su Estudio de forma muy distinta. En su primer capítulo ya deja claro que en su opinión el fundamento de la historia no deben ser ni las naciones como contexto central ni los periodos contemplados sólo de forma cronológica. Son las “sociedades humanas” o “civilizaciones” las que forman un todo que da explicación a los hechos ocurridos en cada una de sus partes. Sólo con la visión del todo podremos dar explicación a lo observado al enfocar las partes. Así pues, la obra de Toynbee aborda una explicación coherente sobre la evolución de las diferentes civilizaciones de la humanidad.

Para ello, lo primero es clarificar cuántas civilizaciones existen y han existido en el mundo. Toynbee dedica muchas páginas a ello, ya que cada una de las civilizaciones de la humanidad sirve de apoyo para su tesis histórica.

Podríamos definir una civilización como el más amplio agrupamiento cultural y de identidad de personas. Se define por la lengua, la historia común, la religión, las costumbres, las instituciones, pero sobre todo por la autoidentificación subjetiva con ella de sus componentes. Un residente de Barcelona podría definirse como barcelonés, catalán, español, latino, mediterráneo, europeo, católico, cristiano y occidental. El siguiente paso ya nos llevaría a un concepto “mundial” que no nos sería útil para la identificación, ya que sería compartido por el resto de la humanidad. Así pues, para un barcelonés el mayor agrupamiento cultural y de identidad es formar parte de la “Sociedad (o civilización) Occidental”.


¿Cuántas civilizaciones existen y han existido?

Toynbee realiza un estudio comparativo de las distintas civilizaciones, intentando encontrar filiaciones entre ellas que permitan hablar de paternidades y relaciones. Por supuesto, hay una serie de civilizaciones primigenias, que surgieron por sí mismas desde los estados de cultura más primitivos, y que dieron lugar a las que todavía persisten en el mundo.

Toynbee describe las siguientes civilizaciones:

Civilizaciones Primigenias (lugar y tiempo de origen)
1) Egipcíaca. Valle del Nilo. 4.000 a.C.
2) Sumérica. Valle inferior del Tigris y del Eufrates. 3.500 a.C.
3) Indica. Valles del Indo y Ganges. 1.500 a.C.
4) Minoica. Islas del mar Egeo. 3.000 a.C.
5) Sínica. Valle inferior del río Amarillo. 1.500 a.C.
6) Andina. Costa y meseta andinas. Hace 2.000 años.
7) Maya. Península de Yucatán. 500 a.C.

Civilizaciones filiales de segunda generación (parentesco, lugar y tiempo de origen)
8) Yucateca. Filial de la Maya. Península del Yucatán y Centroamérica. Aprox. 700 d.C.
9) Mexicana. Filial de la Maya. Mexico. 700 d.C.
10) Hitita. Laxamente filial de la Sumérica. Capadocia. 1.500 a.C.
11) Siríaca. Laxamente filial de la Minoica. Siria. 1.100 a.C.
12) Babilónica. Filial de la Sumérica. Irak. 1.500 a.C.
13) Del Lejano Oriente. Filial de la Sínica. China. 500 d.C.
14) Hindú. Filial de la Indica. Norte de India. 800 d.C.
15) Helénica. Laxamente filial de la Minoica. Costas del mar Egeo. 1.100 a.C.
16) Iránica. Filial de la Siríaca. Anatolia, Irán. Antes de 1.300 d.C.
17) Arábica. Filial de la Siríaca. Arabia, Irak, Siria, Norte de Africa. Antes de 1.300 d.C.

Civilizaciones filiales de tercera generación (parentesco, lugar y tiempo de origen)
18)Japonesa. Filial de la del Lejano Oriente (China). Archipiélago japonés. 500 d.C.
19) Cristiana Ortodoxa. Filial de la Helénica. Anatolia. 700 d.C.
20) Cristiana Ortodoxa en su cuerpo principal ruso. Rusia. Siglo X.
21) Occidental. Filial de la Helénica. Europa Occidental. 700 d.C.




Toynbee, además, añade la Civilización Islámica, filial de la fusión de la iránica y la arábica a partir de 1.500 d.C. y la Centroamericana, filial de la fusión de la Yucateca y la Mexiacana en 1.500 d.C. y asimilada por los españoles en la Sociedad Occidental. Con ellas suma un total de 23 civilizaciones.

De todo ello se concluye que las civilizaciones existentes hoy en el mundo son:
- Islámica.
- Del Lejano Oriente en su cuerpo principal, China.
- Del Lejano Oriente en su vástago japonés.
- Hindú.
- Cristiana Ortodoxa.
- Occidental.





Comparar civilizaciones

El propósito de comparar la evolución de las civilizaciones es posible si tenemos en cuenta el corto periodo de la historia de la raza humana que abarcan. Apenas 6.000 años de vida para las más antiguas es una cantidad de tiempo que puede considerarse como “filosóficamente contemporánea”, si lo contemplamos dentro del contexto de los cientos de miles de años de vigencia de nuestra especie en el mundo.

Si bien el estudio antropológico de los cientos de culturas de las sociedades primitivas anteriores permite por su elevado número una comparación más fina y con mayores posibilidades de elaborar teorías evolutivas y de comportamiento, en el estudio de las civilizaciones ello se presenta más complejo, dado que sólo tenemos media docena originarias y apenas un par de decenas en total.

Por último, podríamos pensar que cada hecho histórico individual es algo único e irrepetible, en absoluto sometido a ningún tipo de leyes o normas históricas de desarrollo. Y ello es así, pero Toynbee opina que ocurre lo mismo con cualquier especie animal, por ejemplo, que es única e irrepetible y, en muchos casos goza de una autonomía muy amplia en sus actos, pero ello no impide que existan las ciencias de la fisiología, la biología, la zoología, etc. Por ello cabe concluir que aún aceptando la individualidad de cada hecho histórico aislado, es posible abordar la visión global de la civilización en la que se produjo ese hecho, en qué contexto y bajo qué condiciones, qué causas tuvo y en qué fase de desarrollo civilizatorio tuvo lugar, e intentar buscar una explicación general del desarrollo histórico.

El desarrollo de las civilizaciones

Toynbee encuentra una explicación general al desarrollo de las civilizaciones que es compartida por todas ellas. En resumen, las fases de este desarrollo son:
- Génesis
- Crecimiento
- Tiempos revueltos
- Colapso
- Estado universal
- Desintegración

La explicación de Toynbee huye del determinismo. Aunque puede contemplarse el desarrollo de las distintas evoluciones desde la globalidad atendiendo a las fases mencionadas, la historia es cíclica y permite la regeneración o renacimiento una y otra vez, lo que ocurrió por ejemplo varias veces en la civilización egipcia.


La Génesis

Las sociedades primitivas, previas al origen de las civilizaciones, apenas avanzaron en su cultura, costumbres, tecnología, etc. en miles de años. ¿Qué ocurre cuando una sociedad inicia el camino hacia la creación de una civilización?. ¿Qué ocurre en una sociedad estática, que apenas sufre modificaciones en su perfil, para convertirse en dinámica y creativa?.

Según Toynbee, la diferencia esencial está en la mímesis o imitación que se produce en cada caso. En las sociedades primitivas, la mímesis se dirige hacia el pasado, hacia los miembros de mayor edad y los ancestros. En estos casos domina la costumbre y la sociedad permanece estática.



En las sociedades en proceso de civilización, la mímesis cambia de dirección. Aparece una minoría creadora capaz de romper con el uso de la costumbre y conseguir mayor adhesión que la minoría dominante anclada en el pasado.





Obviamente, este cambio de lo estático a lo dinámico se produce también en sentido contrario y debe haber ocurrido en multitud de ocasiones, tanto en la génesis de las civilizaciones, como en las propias sociedades primitivas. Hace docenas de miles de años se produjeron cambios en las sociedades humanas que dejan entrever avances hacia el dinamismo y la creación que superan a cualquier otro que pueda haberse dado en el contexto del desarrollo de una civilización.


Las virtudes de la adversidad

¿Qué es lo que origina la aparición de una minoría creadora?. El uso de la costumbre es tan adormecedor que tienen que existir motivos muy contundentes no sólo para que aparezcan estas minorías, sino para que además generen la suficiente adhesión por el resto de los componentes de la sociedad (o por un número relevante de ellos por lo menos).

Toynbee deja claro que no son motivos ligados a la raza ni a las condiciones físicas en las que habita un grupo social, sino las dificultades que se presentan en momentos concretos en la vida de una sociedad que obligan a tomar decisiones ligadas a la propia supervivencia. Es en estos casos en los que pueden aparecer minorías creadoras que superen el poder ejercido por las minorías dominantes.

En el caso de la génesis de las civilizaciones egipcia y sumeria, la adversidad vino dada por el cambio climático sufrido en el área de confluencia afroasiática después de la época glacial. Las praderas habitadas por las sociedades primitivas de la zona sufrieron una desecación tan importante que obligó a tomar decisiones en contra de la forma de vida basada en la costumbre. Los que permanecieron en el mismo hábitat sin cambiar su forma de vida, se expusieron a una segura extinción. Los que emigraron hacia el norte manteniendo sus formas de vida, se expusieron a nuevas incitaciones en su futuro. Pero los que buscaron en la zona hábitats algo más propicios y, además, adaptaron su forma de vida a las nuevas condiciones del entorno, estuvieron obligados a la creatividad. Y en este caso la creatividad fue tan atrevida como cambiar el modo de subsistencia basado en la caza y la recolección por la agricultura, con los radicales cambios sociales que ello implica (sedentarismo, aparición de las primeras ciudades, nuevas instituciones, aumento de la demografía, etc.).

La civilización maya surgió por la necesidad de vencer a la naturaleza exuberante de la selva tropical, solo dominable por el esfuerzo común de la sociedad. La civilización andina se enfrentó a una tierra árida, seca y dura en la meseta, apenas un desierto en la costa. La colectividad hizo posible en ambos casos crear riqueza a través de la agricultura y la génesis de civilización.

La explicación de Toynbee de la génesis de la civilización minoica es aún más original. Los primeros restos de hábitat humano en las islas del egeo están en la isla de Creta y parece demostrado que también se trató de seres humanos provenientes de la zona afroasiática, parte de los que prefirieron cambiar de hábitat y avanzar hacia el norte. Parte de ellos afrontaron el mar, lo cruzaron, encontraron hábitats donde quedarse e hicieron frente a esta nueva incitación marina.

En el caso de la civilización Sínica, la incitación vino dada por el caos acuático existente en el valle inferior del río Amarillo cuando se instalaron allí los primeros seres humanos. Tuvieron que afrontar un río no navegable en aquel tiempo y que en las fases de deshielo producía continuas y devastadoras inundaciones.

Por último, la civilización Indica tuvo que hacer frente a los bosques tropicales húmedos del valle del Ganges.

En todos los casos, la extinción o asimilación de todos los grupos sociales que con seguridad habitaban en las cercanías de estas civilizaciones primigenias y la génesis de éstas y su supervivencia en el tiempo, confirman la teoría de que la incitación proveniente de la adversidad genera una fuerza creadora capaz de vencer las ataduras con el pasado y de cambiar radicalmente las sociedades precedentes.

En resumen, la geografía dura y el estímulo del suelo nuevo y el cambio de hábitat obligado explicarían la génesis de todas las civilizaciones originales.




Otras incitaciones

En la aparición de las civilizaciones filiales encontramos nuevos tipos de incitación, aunque todos centrados en la adversidad estimuladora.

El estímulo de los golpes. Son muchos los hechos históricos que nos muestran como derrotas súbitas y aplastantes pueden ser un estímulo suficiente para recomponerse y prepararse para una respuesta vigorosa y creativa. Como ejemplo tenemos la génesis de la sociedad Occidental, conseguida tras el terrible golpe final sufrido por la sociedad helénica representada en ese momento por el imperio romano. Su definitiva caída y desaparición dio lugar, tras un cierto periodo de tiempos revueltos, a la génesis de nuestra civilización.

El estímulo de las presiones. Toynbee relata muchos hechos históricos centrados en las presiones de unas sociedades o civilizaciones sobre otras y que dieron lugar al fortalecimiento y la creatividad en las sociedades sometidas a presión. Desde la presión de los bárbaros sobre occidente y la creación del primer reino franco, hasta la presión del islam a través de la península ibérica y la fortaleza que provocó en el periodo de Carlomagno, o la presión del imperio otomano sobre las fronteras orientales de Europa y el fortalecimiento que ello produjo en el imperio austrohúngaro que sólo empezó a perder fuerza tras el aniquilamiento y la caída en desgracia de su opositor fronterizo.

Toynbee también deja claro que una incitación “máxima” no tiene por qué producir siempre una respuesta “óptima”. El estímulo de los golpes puede ser excesivo en un momento y un tiempo determinados (por ejemplo, antes de que la tecnología permita afrontar determinados condicionantes físicos), pero en cualquier caso, Toynbee afirma que no hay incitaciones excesivas, sino que toda incitación puede generar respuestas creativas, aunque éstas se centren en avanzar en la dirección de conseguir evitar la fatalidad de la incitación.


El crecimiento de las civilizaciones

Hay dos criterios falsos que cabe descartar. Uno es que una civilización crece cuando es capaz de dominar el contorno, a través de las conquistas de las tierras vecinas (el militarismo) y la otra que la incitación centrada en la mejora continuada de las condiciones del terreno de origen es también el factor clave en el crecimiento de la sociedad. Toynbee opina en el primer caso que el militarismo es más un síntoma de decadencia que de crecimiento y que en las fases de decadencia también puede darse un desarrollo acertado de la tecnología.

La fuente de crecimiento de una civilización es lo que Toynbee llama “el progreso hacia la autodeterminación”. Todo crecimiento nace de individuos creadores o pequeñas minorías de individuos creadores que tienen una doble función: realizar sus creaciones superando a las minorías dominantes y conseguir que la sociedad a la que pertenecen, la “masa” de miembros de la misma, se adhiera, cambie y haga suyo este nuevo estilo de vida, adaptándose y superando las continuas incitaciones internas producidas por respuestas creativas a incitaciones precedentes. Incitación, respuesta que genera una nueva incitación que requiere una nueva respuesta y así sucesivamente. Es el camino que encuentran las sociedades en crecimiento.







El colapso y la desintegración

Para Toynbee, aparte de la obviedad del colapso y desintegración de todas las civilizaciones ya desaparecidas, todas las actualmente supervivientes están ya en fase de desintegración, a excepción de la nuestra. Hay que tener en cuenta que las sociedades nunca mueren de muerte natural, sino por asesinato o suicidio.



Cuando una civilización está en crecimiento genera una mímesis positiva en las sociedades externas e irradia aspectos positivos en los planos económico, político y cultural. En esta situación las fronteras se diluyen y se genera un aura alrededor del área de influencia de la civilización. Cuando la civilización entra en descomposición, cierra sus puertas hacia las sociedades externas a las que empieza a considerar como enemigas. Esto genera el desencanto de estas sociedades y la pérdida de mimesis positiva. Aparecen fronteras fijas y claramente definidas alrededor del área dominada por la civilización y el fin se acerca.




Una civilización en desintegración encuentra un cierto alivio en su caída en el sometimiento a una unificación política enérgica en forma de un “Estado universal”. El ejemplo más claro para nosotros sería la creación del imperio romano, que fue el Estado universal de la civilización helénica. Toynbee percibe el colapso de esta civilización en el desgaste producido por las guerras púnicas entre romanos y cartagineses. Sólo la creación del Imperio romano pudo prolongar durante varios siglos la existencia de la sociedad helénica y detener el deterioro de la misma que se inició ya en el segundo siglo antes de Cristo.







Una civilización en desintegración no ejerce atracción, se encierra en sí misma y se torna violenta contra sus sociedades primitivas vecinas. Ataca y conquista, hasta que la distancia complica el avance militar. Este avance ha destruido el áurea protectora que se ha convertido en una auténtica frontera en forma de una línea definida que separa a la “civilización” de los “bárbaros”. Este es el primer paso hacia la desaparición de la civilización. La combinación de la rebelión del descontento interno de una sociedad frente a la mayoría dominante opresora y del empuje del exterior, atacado y expulsado de los beneficios de la sociedad vecina superior, han generado el fin de múltiples civilizaciones.



Para Toynbee todas las civilizaciones actuales, excepto la occidental y quizás la islámica, han tenido ya su Estado universal en el pasado. El ritmo puede darse a base de recuperaciones y caídas momentáneas.



El colapso se produce cuando fracasa el “progreso hacia la autodeterminación”. En ocasiones, la minoría creativa se contagia del efecto mecánico de la mimesis del resto de la sociedad y pierde su impulso inicial. También puede ocurrir que los conductores cambien “las mansas armas de la persuasión por el látigo de la compulsión”. En estos casos, la minoría creativa se convierte en minoría dominante, perdiendo el efecto mimético sobre la sociedad que empieza a mostrarse refractaria hacia ellos.


Las iglesias universales

Todas las religiones “universales” que existen en la actualidad (cristianismo, islam, budismo, confucionismo, hinduismo) aparecieron en civilizaciones de segunda generación y han sido herencias trasladadas a las de tercera. En ningún caso pervivió una religión universal generada en una de las civilizaciones originales. Parece que los motivos de cambio y renovación no estuvieron influidos por el empuje de religiones internas presentes en las civilizaciones numérica, minoica, sínica, etc.

Las iglesias universales se desarrollan en los cuerpos sociales decadentes de los Estados universales. Así ocurrió con la religión cristiana, por ejemplo. Esto motiva diferentes visiones de estas religiones:
- Iglesias como cánceres. Así las vieron los opositores contemporáneos pertenecientes al Estado universal y algunos historiadores revisionistas que las culpan de la desintegración de una civilización, sin percibirse que lo que fueron es fuente de inspiración para las nuevas minorías creativas y para la génesis de nuevas civilizaciones.
- Iglesias como crisálidas que dieron lugar al nacimiento de nuevas civilizaciones.


Perspectivas de la sociedad occidental

Toynbee se mostró optimista respecto a las perspectivas de la sociedad occidental. Hay que pensar en la opinión que se podía tener respecta a nuestra civilización a mediados del siglo pasado. Aunque estábamos en plena guerra fría, en occidente se consolidaban las democracias, las libertades, los derechos humanos.



Toynbee reconoce que la sociedad occidental tuvo su momento débil respecto al militarismo. “Occidente se debatió sin éxito en esta enfermedad”. Pero consideraba que se había curado de la misma. También cabía observar minorías dominantes, grupos internos desalentados y grupos externos descontentos. Pero el dominio sobre la naturaleza y la rapidez acelerada de los cambios sociales, sin paralelo en ninguna civilización anterior, hacían pensar a Toynbee que cabía la posibilidad de que una civilización, la nuestra, no tuviera que padecer su desintegración.

A pesar de ser un defensor a ultranza de la no-occidentalización de la historia y de que en su Estudio critica con dureza los conceptos históricos que toman sólo como punto de vista válido el occidental (por ejemplo la clasificación de la historia en Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea, que son sólo válidos para la Civilización Occidental y que en cambio en muchos libros de historia se utilizan para encajar el curso de la historia de todas las civilizaciones del mundo), al final Toynbee se deja llevar por su optimismo respecto a los valores de nuestra civilización.

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