sábado, 22 de octubre de 2011

THE END


La organización terrorista ETA ha anunciado el abandono definitivo de la lucha armada. No suelo comentar noticias de este tipo, pero considero que esta ocasión merece la excepción. ETA ha estado presente a lo largo de toda mi vida, por lo que se me hace difícil imaginar que podemos estar a las puertas de su fin. Esta semana estuve en Bilbao. Fue el día antes del comunicado de ETA. Allí no se habla de estas cosas, la vida sigue y en el día a día de los vascos la ETA afortunadamente no ocupa un lugar privilegiado, salvo que sea noticia por algo extraordinario, por desgracia habitualmente algo funesto. En esta ocasión, lo extraordinario había sido la conferencia internacional celebrada hace unos días. Había esperanza, se palpaba que algo iba a pasar, y así ha sido. Obviamente el comunicado no es el fin, pero sí que es un enorme paso hacia la desaparición de algo tan arcaico e inexplicable como es la ETA. ¡Qué gran ocasión perdieron los dirigentes de esta organización terrorista de dejar la lucha armada cuando España estrenó democracia! Todo el tiempo han estado de más.

Una imagen antigua... del pasado !!

Ahora será el momento de que nuestros líderes políticos demuestren que al menos en algo tan importante como es el fin del terrorismo en nuestro país, son capaces de llegar a sólidos acuerdos. El camino será largo y complejo, pero posible. Han de pasar muchas cosas: ver qué pasa con los presos, con las víctimas, con los huídos, los crímenes por resolver judicialmente, las armas... Pero pinta bien, ETA está dejando muy claro que no puede más, que está acabada, que su existencia YA NO TIENE SENTIDO.

Personalmente tengo la sensación de que estamos en un momento histórico: no más muertos, no más miedo. Hasta me cuesta imaginar que tras cuarenta años de terrorismo, habrá generaciones futuras que podrán vivir sin él. Soy de los que recuerdan perfectamente lo que estaban haciendo el día que asesinaron a Miguel Ángel Blanco...

Tengamos esperanza. Prudencia sí, generosidad también, que nuestro objetivo sea la paz, la derrota del terror. Es un momento especial, un momento deseado desde hace mucho tiempo. Las armas callarán para dejar paso a las palabras.


¡Que callen para siempre!
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