¿cuántos directivos que tu y yo conocemos, quieres que te cite, que son pésimas personas y sin embargo consiguen resultados y por tanto tildados a nivel empresarial como buenos?
¿Buenos directivos? Puede... buenas personas no. Si el valor que le damos a los resultados, normalmente económicos, los situamos por encima de nuestras acciones... es evidente que algo estamos haciendo mal. El silencio también es una forma de posicionarse... debo reflexionar sobre ello. Gracias a ambos.
Gracias por comentar!! Malos directivos con buenos resultados... económicos, pero con resultados tóxicos para los empleados. Pan para hoy y hambre para mañana para la empresa. Y cuidado, que también hay "malas" empresas con buenos resultados... económicos. Pero pregunto: ¿sólo hay que buscar los resultados económicos? ¿No empieza a ser hora que, además de los económicos, consideremos "éxito" la satisfacción de los empleados?...
Si basamos el éxito profesional y personal en base a "tanto tienes tanto vales" el resultado es ni más ni menos que el que actualmente estamos contemplando. Veo a mi alrededor mucha insatisfacción y frustración. Jovenes muy bien preparados que no se les valora, los más osados marchan en busca de un futuro mejor y los que se quedan lo hacen desmotivados y con una productividad bajísima... todavía no he encontrado el camino para mejorar eso en el entorno en que vivo, pero esa es la realidad. Transmitir positividad cada vez es más complicado, especialmente si el colaborador es mujer, madre de familia y que lleva a sus espaldas una doble carga, ya no os cuento si es separada y con problemas familiares... ¿satisfacción de los empleados? Mi aportación a ellos es la siguiente.. cuando alguno tiene un problema ""laboral" el problema es de todos y juntos deberemos encontrar una solución, si el problema es personal, puede compartirlo conmigo si lo desea y si está en mi mano encontraré la manera de minimizarlo y de ayudarle a superarlo (si precisa tiempo lo tendrá, si precisa "especialistas" los encontraremos, si precisa anticipos, los conseguiremos... porque todo ello se te devuelve en atenciones como en un espejo, cuesta tiempo y esfuerzo, también hay decepciones... pero os aseguro que vale la pena... no lo cambio por ningún ascenso. Creo que hay que reflexionar sobre la palabra "éxito" o la paralabra "triunfo" porque en realidad ¿qué es triunfar en la vida? ¿puede alguien responderme a esta pregunta?
Ah, querida Dama Blanca, ¿qué es triunfar en la vida? Mi respuesta: repartir felicidad. Algunos la vida nos ha puesto en puestos directivos y tenemos una doble misión que en realidad se funde en una sóla: tenemos que conseguir resultados económicos y tenemos la gran-enorme-inmensa responsabilidad de hacer que nuestros colaboradores se desarrollen y crezcan profesional y personalmente. Pero como lo primero es consecuencia de lo segundo, la realidad es que lo que tenemos que priorizar es el cuidado de las personas que nos rodean. Será duro cambiar determinados paradigmas que están muy asentados, pero, ¿si no empujamos nosotros, quién lo hará?...
¿cuántos directivos que tu y yo conocemos, quieres que te cite, que son pésimas personas y sin embargo consiguen resultados y por tanto tildados a nivel empresarial como buenos?
ResponderEliminar¿Buenos directivos? Puede... buenas personas no. Si el valor que le damos a los resultados, normalmente económicos, los situamos por encima de nuestras acciones... es evidente que algo estamos haciendo mal. El silencio también es una forma de posicionarse... debo reflexionar sobre ello. Gracias a ambos.
ResponderEliminarGracias por comentar!! Malos directivos con buenos resultados... económicos, pero con resultados tóxicos para los empleados. Pan para hoy y hambre para mañana para la empresa. Y cuidado, que también hay "malas" empresas con buenos resultados... económicos. Pero pregunto: ¿sólo hay que buscar los resultados económicos? ¿No empieza a ser hora que, además de los económicos, consideremos "éxito" la satisfacción de los empleados?...
ResponderEliminarSi basamos el éxito profesional y personal en base a "tanto tienes tanto vales" el resultado es ni más ni menos que el que actualmente estamos contemplando. Veo a mi alrededor mucha insatisfacción y frustración. Jovenes muy bien preparados que no se les valora, los más osados marchan en busca de un futuro mejor y los que se quedan lo hacen desmotivados y con una productividad bajísima... todavía no he encontrado el camino para mejorar eso en el entorno en que vivo, pero esa es la realidad. Transmitir positividad cada vez es más complicado, especialmente si el colaborador es mujer, madre de familia y que lleva a sus espaldas una doble carga, ya no os cuento si es separada y con problemas familiares... ¿satisfacción de los empleados? Mi aportación a ellos es la siguiente.. cuando alguno tiene un problema ""laboral" el problema es de todos y juntos deberemos encontrar una solución, si el problema es personal, puede compartirlo conmigo si lo desea y si está en mi mano encontraré la manera de minimizarlo y de ayudarle a superarlo (si precisa tiempo lo tendrá, si precisa "especialistas" los encontraremos, si precisa anticipos, los conseguiremos... porque todo ello se te devuelve en atenciones como en un espejo, cuesta tiempo y esfuerzo, también hay decepciones... pero os aseguro que vale la pena... no lo cambio por ningún ascenso. Creo que hay que reflexionar sobre la palabra "éxito" o la paralabra "triunfo" porque en realidad ¿qué es triunfar en la vida? ¿puede alguien responderme a esta pregunta?
ResponderEliminarAh, querida Dama Blanca, ¿qué es triunfar en la vida? Mi respuesta: repartir felicidad. Algunos la vida nos ha puesto en puestos directivos y tenemos una doble misión que en realidad se funde en una sóla: tenemos que conseguir resultados económicos y tenemos la gran-enorme-inmensa responsabilidad de hacer que nuestros colaboradores se desarrollen y crezcan profesional y personalmente. Pero como lo primero es consecuencia de lo segundo, la realidad es que lo que tenemos que priorizar es el cuidado de las personas que nos rodean. Será duro cambiar determinados paradigmas que están muy asentados, pero, ¿si no empujamos nosotros, quién lo hará?...
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