lunes, 19 de marzo de 2012

CONSTANTINO, ¿EL PRIMER EMPERADOR CRISTIANO?


La semana que viene tendrá lugar en Barcelona un congreso internacional organizado por las Facultades de Historia y Teología de la Universidad de Barcelona dedicado a Constantino bajo el título:

"Constantinus, ¿el primer emperador cristiano? Religión y política en el Siglo IV"

PROGRAMA DEL CONGRESO SOBRE CONSTANTINO. clica aquí

En realidad, en mi opinión, llamar a Constantino "emperador cristiano" es un poco osado o por lo menos exagerado. Tras más de tres siglos de existencia, la religión cristiana había ido ganando peso en la sociedad romana, a pesar de persecuciones y prohibiciones. La promesa de la vida eterna y de la compensación en esa vida de los sufrimientos terrenales, era de un gran atractivo para gran parte de la masa social del imperio. A ello había que sumar el sentimiento de "clan" unido en una causa común, bajo unos ritos y unos credos compartidos que debían ser de gran alivio para muchos creyentes.


De algún modo Constantino, en un momento en el que todavía tenía que luchar para hacerse con el poder absoluto, con contrincantes fuertes y bien atrincherados en el corazón del propio imperio, vio en esa fuerza grupal y mesiánica que ostentaban los cristianos una forma de aglutinar a buena parte de los súbditos imperiales y acercarlos a su causa. Así surge la leyenda de la luz reveladora que le ilumina y le muestra que la solución a sus males está en la cruz cristiana. Y fue de ese modo también como enervó y dio alas a unas tropas donde la religión cristiana ya estaba muy introducida, para que redoblaran sus esfuerzos, lo que quedó patente en la famosa batalla del puente Milvio, a las afueras de Roma, donde derrotó a su contrincante Majencio y le abrió las puertas de la capital y del poder imperial (bueno, aún tuvo que lidiar durante una docena de años con su colega Licinio hasta hacerse con el poder absoluto).

La aparición de la cruz. Fresco de Giulio Romano representando el discurso de Constantino a las tropas antes de la batalla del puente Milvio

En 312 dC, al año de la victoria del puente Milvio, Constantino junto con Licinio proclaman el Edicto de Milán, en el que por primera vez en la historia se declara que los cristianos tenían derecho a profesar su fe. De pronto, los perseguidos pasan a ser primero tolerados y poco después a tener el apoyo imperial. Se recuperan posesiones confiscadas, Constantino erige iglesias y basílicas cristianas (y también paganas), los cristianos tienen exenciones fiscales, etc. El Edicto, en realidad, viene a decir que cualquier ciudadano romano tiene derecho a elegir el culto que desee, incluídos los cristianos.

Aunque aún quedaban unos cuantos años para que el cristianismo se convirtiera en la religión oficial y "única" del imperio, paso que dió Teodosio en 380, los cristianos pronto tuvieron tentaciones revanchistas y oportunidades para ejercerlas. En realidad podría hablarse de una "persecución de paganos" llevada a cabo a lo largo del siglo IV, con miles de perseguidos y asesinados y templos destruídos o saqueados. De todo ello Constantino supo sacar partido.

¿Constantino cristiano? Bueno, una cosa es sacar partido a la religión y otra ser un creyente. En 315, unos años después de la revelación del puente Milvio, Constantino erigió su famoso arco, el que está frente al Coliseo... y en él no hay ni rastro de simbolismo cristiano. Más aún, las monedas que se acuñaron durante su gobierno siguieron luciendo el "sol invictus" y los símbolos romanos, como el lábaro (la enseña del monograma de Cristo formada por las dos primeras letras de esta palabra en griego, la ji y la ro, que forman una X y una P ensambladas), sólo aparecen como atributos del propio emperador. Y por si ello fuera poco, cuando en 330 funda la nueva capital imperial, Constaninopla, las referencias cristianas brillan por su ausencia. En el foro se levanta una estatua de Apolo, con la cabeza del emperador, y obeliscos egipcios, pero ninguna referencia cristiana.

Hay que imaginarse a Constatino, en 325, sentado en su trono de emperador presidiendo con todo su poder el primer concilio ecuménico, el Concilio de Nicea, donde se pone orden entre las disputas cristianas y se unifican los criterios. Él, sin ser creyente, dirige los debates, toma partido y confirma los acuerdos finales.

Constantino presidiendo el Concilio de Nicea

¿Constantino cristiano? Constantino es venerado como santo por la Iglesia ortodoxa, pero no es reconocido como tal por la católica. Fue bautizado poco antes de morir y dicen que pronunció el "sí creo" en el lecho de muerte... ¿Cierto? Todo se fundamenta en escritos cristianos posteriores... Son de esas cosas que me temo nunca podrán ser confirmadas, aunque con congresos como el de esta semana, nunca se sabe...

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